Los ADAS ayudan a prevenir o mitigar el 40% de los accidentes de tráfico, el 37% de las lesiones y el 29% de las muertes

Bosch y Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial) reunieron en el marco de “ADAS para nuestras VIDAS”, a relevantes ponentes para arrojar un poco más de luz sobre la nueva normativa europea con relación a los sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor), que ha entrado en vigor el 6 de julio. Fue en el espacio Havas Village, de Madrid, el 4 de julio, y la jornada contó con la participación de Ignacio Lijarcio, director de proyectos de Fesvial, y de Lorenzo Jiménez, jefe de prensa de Bosch en España, que trataron sobre el tema antes de presentar las mesas redondas: “Perspectiva institucional de los sistemas ADAS” y “Perspectiva sectorial de los sistemas ADAS”. La primera, moderada por el propio Lijarcio, contó con la participación de Juan José Arriola, jefe provincial de Tráfico de la DGT Guadalajara; Vicente Milanés, director de software y tecnología de Renault Group y Coordinador del Área Movilidad Conectada, Cooperativa y Autónoma de M2F, y Guillermo Magaz, director gerente de AECA-ITV. En la segunda, moderada por José Manuel Noriega, del departamento de Comunicación Corporativa de Bosch España; participaron Ricardo Olalla, vicepresidente de Ventas de Bosch Mobility para España y Portugal; Sergio Olivera, secretario General de CNAE; y Eduardo Mayoral, director de Seguridad de Alsa.

Proyecto VIDAS

La jornada comenzó con la ponencia de Lorenzo Jiménez, que justificó el desarrollo de una gama cada vez mayor de ADAS en la protección de todos los usuarios de la vía, una ampliación constante que abarca el segmento de los turismos, los camiones, los autobuses y las motocicletas con el objetivo de proteger a los usuarios vulnerables de la carreteras, peatones y ciclistas, y que son la base técnica para la conducción automatizada. Y subrayó que no sólo se trata de mayor seguridad, sino también de menor estrés, gracias a la asistencia que brindan en situaciones de conducción compleja y monótonas.

Señaló que VIDAS (Seguridad Vial y ADAS) es una iniciativa de investigación y divulgación creada por Bosch y Fesvial para poner en valor el papel que los ADAS tienen en la seguridad vial y en la movilidad sostenible. Sus objetivos específicos son conocer el estado de las normativas, regulaciones y directivas en la implantación de los ADAS en los vehículos, así como los últimos estudios e investigaciones sobre sus efectos en la seguridad vial; averiguar el grado de conocimiento que sobre los mismos tienen los conductores, los concesionarios y los talleres; determinar la mejora que sobre la seguridad vial tienen; promover su reparación correcta y segura, garantizando su perfecto funcionamiento, y promover espacios de intercambio entre sociedad, empresas y administración.

Tras analizar las distintas fases del proyecto, enumeró los nuevos ADAS obligatorios desde el 6 de julio para nuevos modelos homologados en la Unión Europea: En turismos, frenada automática de emergencia, sistema de mantenimiento de carril y avisador de cinturón en plazas traseras; en camiones y autobuses, sistema de información del ángulo muerto, y en todos los vehículos por igual, detección de marcha atrás, asistente inteligente de velocidad, detector de fatiga y atención, control de presión de los neumáticos, Event Data Recorder (la popularmente conocida como caja negra) y la preinstalación del Alcolock.

Jiménez puso, seguidamente, algunos ejemplos de cómo los ADAS contribuyen a mejorar la seguridad vial y cifró en el 25% los accidentes con víctimas mortales que pueden reducir los sistemas de mantenimiento de carril o cómo la Frenada Automática de Emergencia podría reducir el 27% de los accidentes por alcance o evitar el 78% de los atropellos de peatones.

Estudio documental

El director de proyecto de Fesvial se encargó de presentar el “Estudio documental y legislativo sobre ADAS y Seguridad Vial”, que constata que, si todos los vehículos dispusiesen ADAS, ayudaría a prevenir o mitigar el 40% de los accidentes de tráfico, el 37% de las lesiones de consideración y el 29% de las muertes relacionadas con siniestros viales. Dentro del ámbito preventivo, significó que distracciones, sueño y fatiga son factores humanos sobre los que los ADAS pueden actuar, así como sobre la velocidad, y reducir la probabilidad de sufrir un accidente, así como lesiones graves o la muerte derivadas de estas causas. También que los ADAS tienen menor aceptación que entre los adultos y que la formación y la interacción con los ADAS al acceder al permiso de conducir favorecería su óptima utilización, y que los mayores tienen dudas sobre su funcionamiento y su utilización, por lo que sería deseable promover acciones de divulgación y formación entre ellos para aumentar las ventajas que perciben de estas tecnologías.

En general, señaló que los ADAS cumplen un importante papel en la reducción de la siniestralidad vial y que sería importante la interacción entre los ellos para reducirla, ya que los accidentes de tráfico son muticasuales. Seguidamente, enumeró los ADAS que actúan en los accidentes con mayor frecuencia (superiores a 10.000): alerta de colisión frontal/frenada automática de emergencia coche a coche; asistente en cruces; alerta de cambio involuntario de carril/asistente de mantenimiento de carril; frenada automática de emergencia peatones y ciclistas/alerta de atropello de peatones y ciclistas y control de crucero adaptativo.

Valor de compra

Lijarcio indicó que el equipamiento de ADAS en los vehículos es un valor secundario para los compradores y que en el 65,5% de las ventas, estos sistemas no fueron destacados como argumento importante de venta, cuando por su eficacia y mejora en la seguridad vial deberían ser los más importantes. Y es que, según el representante de Fesvial, más del 40% de los conductores no tiene claro en valor de seguridad que aportan; el 34% no está convencido de que conducir un coche con estos sistemas sea más seguro y más del 40% no cree que vayan a responder adecuadamente ante situaciones peligrosas. Además, más de la mitad de los conductores no tiene claro que actúen mejor que ellos ante una situación de riesgo, cuando la realidad es que el 90% de los accidentes son debidos al error humano. Igualmente, el 70% no cree que sean suficientemente inteligentes para garantizar su seguridad y el 30% desestima que reduzcan los accidentes o su gravedad, de forma que sólo el 57% de los usuarios prefiere conducir un con estos sistemas que sin ellos.

Al respecto, el ponente aseguró que existe información sobre los ADAS, pero que, en muchas ocasiones, se presenta de manera desordenada y confusa, por lo que resulta difícil de entender, y destacó como fuentes más adecuadas para obtener información los concesionarios y los contenidos audiovisuales de internet, mientras que la autoescuela sería el lugar más adecuado para los aprendices en la conducción. Por otra parte, destacó que el 35% de los usuarios desconoce la necesidad de recalibrar los sensores (cámara y radar) ante un accidente o cambio de luna.

ADAS, quinto factor de compra

Al analizar el criterio de elección del vehículo, Lijarcio subrayó que los ADAS ocupan el quinto lugar en las prioridades de los clientes y que los comerciales consideran estos sistemas como el primer factor importante en la compra, pero que el cliente no lo valora suficientemente. Para los comerciales, comentó, los ADAS tienen importancia notable en su argumentación de venta (7,98 sobre 10), pero sólo dos de cada tres lo utilizan en la misma, incluso cuando el cliente no muestra interés, e indicó que el 72% de los vendedores está convencido que el cliente estaría dispuesto a pagar más, entre 500 y 1.000 euros, por obtener mayor seguridad.

Desde el punto de vista del comercial, añadió el ponente, los vendedores creen en gran medida que gracias a estos sistemas se consigue mayor incremento en la seguridad vial: el 92,6% considera que mejoran mucho o bastante la seguridad y que la creencia más extendida es que contribuyen a reducir las colisiones y las lesiones causadas por accidentes de tráfico. Además, consideran a estos sistemas como facilitador de ventas, aunque hay un amplio porcentaje que, por el contrario, los ven un obstáculo para la venta. En cualquier caso, las pruebas prácticas son el mejor argumento para sus ventas.

En cuanto al conocimiento de los ADAS, el ejecutivo de Fesvial desveló que el 69,9% de los comerciales se autoasigna una puntuación igual o mayor a 8, si bien este nivel desciende significativamente cuando se les cuestiona sobre los ADAS que serán obligatorios a partir de este año y queda en entredicho cuando se les pregunta sobre el funcionamiento concreto de determinados ADAS.

ADAS contra el error humano

Concluida la ponencia, Lijarcio llamó a los integrantes de la primera mesa redonda, que trató sobre el impacto de los sistemas ADAS en la seguridad vial, el futuro del marco normativo para los coches automatizados y los desafíos de los sistemas ADAS en la industria automovilística. El representante de la DGT, Juan José Arriola, comentó que, tarde o temprano, “el error humano llega. La tecnología de seguridad en los vehículos ha contribuido significativamente en la reducción de la siniestralidad y la lesividad. Los vehículos son cada vez más inteligentes y seguros, pero es imprescindible la formación de conductores cada vez más capaces. Los ADAS, no hacen magia, pero casi”.

Vicente Milanés, de Renault Group, indicó que los ADAS son fundamentales en el desarrollo de la movilidad inteligente, sostenible, conectada y autónoma y que los vehículos “serán como smartphones con ruedas, que servirán para mucho más que ir de A a B. En este cambio de paradigma, el software defined vehicle tendrá un papel fundamental, y recalcó que “tenemos que trabajar de la mano de la Administración y que la suma de ADAS no es un vehículo autónomo”.

Por su parte, Guillermo Magaz, de AECA-ITV, explicó que “como todo sistema de seguridad embarcado en los vehículos, el funcionamiento de ADAS debe ser comprobado por la Administración de forma imparcial e independiente, con rigor técnico y competencia, eliminando la posibilidad de un incorrecto funcionamiento del vehículo en un escenario de confianza del conductor en el sistema y, consecuentemente, de falta de atención, con el riesgo que ello representa para la seguridad vial”. Al hilo de esto, desmintió que, a partir del 6 de julio, se fuesen a comprobar los ADAS, porque no hay un sistema establecido: “Nosotros haremos lo que nos diga la Administración y cuándo nos lo diga”. Asimismo, pidió la colaboración de los constructores para comprobar los ADAS, pues necesitan códigos de diagnosis para saber si funcionan o no.

Factor humano y formación

En la segunda mesa se habló de los retos para una comunicación correcta del funcionamiento de los sistemas ADAS de cara a los conductores, el impacto tecnológico para el transporte de pasajeros y mercancías y la educación y formación sobre los ADAS y la futura conducción autónoma. Moderada por de José Manuel Noriega, de Bosch España; intervino en primer lugar Ricardo Olalla, de Bosch Mobility, que subrayó la necesidad de rejuvenecer el parque e incidió en que es preciso ilustrar al conductor en los ADAS que lleva su vehículo y que conozca qué son y, para ello, es primordial el concesionario y la autoescuela. “La nueva regulación sobre los sistemas ADAS en nuevos vehículos va a suponer una importante mejora en la seguridad vial con la reducción de los siniestros de tráfico”, aseguró, y añadió que, desde VIDAS, buscamos educar al usuario final sobre el valor en seguridad que aportan estos sistemas, siendo fundamental que el conductor sea consciente de la necesidad de una conducción segura. De cara a un futuro cercano, los sistemas de nivel 3, cercanos a la conducción automatizada, y el desarrollo acelerado del software, que se podrá actualizar en los futuros vehículos de forma similar a como ocurre en los teléfonos inteligentes, van a permitir un avance aún más rápido de las capacidades de los sistemas ADAS”.

Por su lado, Sergio Olivera, de la CNAE, recordó a la DGT lo que les costó aceptar el empleo de los ADAS en los exámenes de conducción y lo que les está costando, de momento sin éxito, que se lleven a cabo curso de reciclaje a la hora, por ejemplo, de renovar el permiso, porque los coches de hace 40 años no son los mismos que se manejan hoy en día. Olivera matizó, además que, pese a todas las revoluciones en la movilidad, “el factor humano sigue siendo determinante. Las interacciones en el ecosistema de tráfico tienen su origen en las decisiones del conductor. La formación vial es clave para que el trinomio conductor, vehículo y carretera se actualicen en sintonía”. 

Eduardo Mayoral, de Alsa, resaltó también la importancia del factor humano, “que sigue siendo crítico en la seguridad vial a pesar de los importantes avances tecnológicos. Es preciso seguir invirtiendo en formación y monitorización de los conductores para garantizar que las nuevas tecnologías se utilizan con rigor y eficacia”.