La Norma Internacional ISO 3779:1983, cuyo equivalente en nuestro país es la Norma Española UNE 26 313:1995, especifica el contenido y la estructura del número destinado a la identificación de los vehículos VIN, conocido por sus siglas en inglés (Vehicle Identification Number), que permite asegurar, a escala mundial, un sistema uniforme para la identificación de los vehículos de carretera.
En número de chasis o bastidor o VIN constituye uno de los requisitos necesarios para matricular un vehículo; y es en la fábrica donde a cada vehículo se le asigna una serie de 17 códigos alfanuméricos (números y letras), quedando de esta forma identificado, de manera que al menos un dígito es diferente para cada vehículo fabricado a nivel mundial. Otro de los requisitos obligatorios para poder matricular un vehículo es la placa denominada del constructor o del fabricante, constituida por una pegatina que contiene dentro uno de sus apartados, en VIN.
Entre los apartados obligatorios de la norma ISO está, asimismo, la colocación del VIN. Según la norma, el fabricante del vehículo puede elegir entre las dos soluciones siguientes: marcar el VIN de forma legible, inalterable y duradera directamente sobre una pieza solidaria al vehículo como el chasis o, para un vehículo de estructura autoportante, en una pieza inamovible o difícilmente reemplazable de la carrocería; o bien marcar el VIN sobre una placa separada que, a su vez, esté fijada de forma permanente sobre el vehículo, de conformidad con el apartado anterior.
El primer paso de una peritación es la verificación por el perito de que el número de bastidor troquelado en la carrocería del vehículo coincide con el que viene en la Ficha Técnica y que, a su vez, es el que figura en la póliza de seguros contratada por el asegurado/perjudicado. Este paso, en algunas ocasiones muy concretas, puede dar problemas al perito, ya que el VIN, por diferentes motivos, ha desaparecido; tal es el caso de siniestros en los que se ha incendiado el vehículo, el incendio ha afectado intensamente a la zona ha desaparecido o está alterado, de tal forma que no es legible en su totalidad o, incluso, la pieza que contiene el VIN se ha fundido al ser de aluminio.
Se puede dar también el caso de que un vehículo robado y posteriormente recuperado tiene manipulado de tal forma el VIN que no es posible determinar el anterior número de bastidor o, incluso, se ha sustituido parte de la zona de la pieza que contiene el VIN de otro vehículo.
Las posibilidades de identificar un vehículo que no tiene el VIN son varias; vamos a analizar algunas soluciones:
> A través de las unidades electrónicas del motor, ya que, por regla general, están asociadas a un número de bastidor en concreto; de esta forma, aunque esté destruido el número de bastidor se puede determinar indirectamente cuál es su VIN a través de la unidad de diagnosis del vehículo.
> Internamente, en la base de datos de los fabricantes se relaciona el número de bastidor con los números del motor y de la caja de cambios; de este modo, localizando la numeración del motor o de la caja de cambios se puede saber si el vehículo en cuestión corresponde con nuestro vehículo peritado.
> Algo parecido ocurre con los dispositivos de airbag o el puente trasero, en el que, a través de la numeración interna de los elementos airbags o del puente de motor, se conoce el número de bastidor en el cual se montaron dichas piezas.
> Los depósitos de combustibles, en algunos fabricantes, llevan una pegatina con el número de bastidor del vehículo (o, al menos, los últimos números del bastidor en el que se ha montado).
> El fabricante Volkswagen en sus modelos a partir del 2007, incluye tres números de bastidor troquelados, uno el visible y de acceso sencillo, y otros dos ocultos en determinadas piezas de la carrocería. Esto mismo, pero con dos números de bastidor, se hace en los Mazda que se fabrican en la planta rusa de Vladivostok.
> El fabricante Lexus coloca una pegatina con el número de bastidor en piezas amovibles como las puertas y los capós.
> En los vehículos Citroén y Peugeot, a través de los números PR o DAM, respectivamente, podemos saber en la base interna de los fabricantes el número de bastidor, ya que en ésta se relacionan ambos números.
Con cualquiera de las anteriores formas podemos identificar indirectamente que el vehículo que estamos peritando se trata del asegurado, ya que cuando el VIN troquelado se ha destruido, ha quedado inutilizado o ha sido manipulado en el bastidor al provenir de un vehículo robado recuperado, sólo nos queda la forma indirecta para determinar que el vehículo peritado coincide con el asegurado.
Información elaborada por Cesvimap.
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