21.000 € en piezas se "evaporan" con la electrificación, según SOLERA

El impacto que tendrá el coche eléctrico en la posventa es una cuestión recurrente en estos tiempos de incertidumbre para la automoción. En este contexto, SOLERA ha querido arrojar luz con un estudio que desvela, entre otros datos de interés, que los VE dejan de equipar piezas de mecánica por la friolera de un valor de casi 21.000 €. También que la factura media de reparación de un eléctrico es el 28% menor que la de un diésel o la de un gasolina. Martín Tejero, Key Account Manager de SOLERA, y José Luis Gata, Business Development Manager de la compañía, se encargaron de presentar los resultados de esta investigación bautizada como 'Reciclando la posventa'. 

Así es, más de 20.000 € en componentes (20.227 €, para ser exactos), dejarían de existir de un plumazo en un hipotético escenario en el que los vehículos de combustión no tuviesen cabida. En concreto: el alternador (75 €); motor de arranque (488 €); bujía (98 €); inyector (285 €); bomba de inyección (1.606 €); bomba de vacío (632 €); turbo (1.785 €); culata del motor (1.937 €); filtro de aire (1.937 €); cárter de aceite (413 €); cigueñal (1.434 €); volante motor (435 €); colector de admisión (513 €); árbol de levas del escape (237 €); árbol de levas de la admisión (464 €); bomba de combustible (640 €); depósito de combustible (634 €); catalizador (1.778 €) y silencioso principal (471 €). 

Un "pequeño desastre" para la posventa, que tendrá que reciclarse

Teniendo en cuenta todo ese dinero que se esfuma, José Luis Gata, Business Development Manager de SOLERA, considera que la electrificación es "un pequeño desastre" para la posventa y pronostica que, llegado un punto, el sector tendrá que tomar medidas: "Lo que suma valor al eléctrico es la batería, pero hay que esperar diez años para que esta derive ingresos a la posventa, ya que no se cambia anualmente. La única ventaja del eléctrico para el aftermarket son los neumáticos, porque son diferentes y se cambian con más frecuencia. Pero el resto de cambios constituyen un pequeño desastre para la posventa, aunque lógicamente al coche eléctrico le queda todavía. Pero, para cuando ese momento llegue, la posventa tendrá que reciclarse", comentó.

Por otro lado y en cuanto al taller en particular, Gata concretó que para sobrevivir en el futuro los reparadores se verán obligados a concentrarse, tal y como ya están haciendo los recambistas y los concesionarios. "En Reino Unido tienen más parque que nosotros y tienen unos 20.000 talleres en total, de los cuales 4.000 corresponden a carrocería. Nosotros aquí tenemos 11.000 solo de chapa y pintura. Pero claro, son establecimientos pequeños y en muchos cuentan con solo dos empleados, frente a los equipos de 50 personas de los talleres de allí. Lo nuestro no es eficiente y, por tanto, al final el taller tendrá que concentrarse. No obstante y por el momento, este modelo sigue siendo válido, porque tenemos mucho parque antiguo", manifestó.

La factura del taller desciende 145 euros con los eléctricos pero mantener un VE premium es mucho más caro

En lo que respecta al la factura del taller, esta diferencia supondría 145 euros de facturación menos por coche, ya que la facturación media por la mecánica de un vehículo de combustión es de 513 euros y por la mecánica del VE es 368 euros. 

No obstante, tal y como recordaron desde SOLERA, todavía no hay motivos para preocuparse en exceso, ya que a finales de 2023 en España solo había 170.581 vehículos eléctricos en circulación. Tanto es así que, por el momento, la aportación de las reparaciones de VE a los ingresos de la posventa por mecánica es apenas 62,7 millones de euros.

Y si hablamos del coste de mantenimiento de un eléctrico, en general es más económico (un 29% más que el mantenimiento de un gasolina, un 21% más que el de un diésel, y un 25% más que el de un híbrido). Si bien en lo relativo al segmento premium la cosa cambia: mantener un eléctrico premium es más caro que mantener cualquier otro vehiculo de este segmento (el 85% más caro, casi el doble). Por otra parte y en cuestión de reparabilidad, según SOLERA, hay más reparabilidad en vehículos de combustión que en los eléctricos. Por ejemplo, en el ejercicio más reciente, el 2023, el índice de reparabilidad fue del 67,7% para los coches de combustión y del 64,7% para los eléctricos. 

Por cada coche poco contaminante hay cuatro muy contaminantes

No obstante, para entender el impacto que tendrá el coche eléctrico en la posventa a futuro es necesario comprender cómo es nuestro parque en la actualidad. Que tiene mayoría de diésel y está envejecido a nadie le pilla por sorpresa, pero mejor hablar con los datos en la mano, y eso es lo que hizo Martín Tejero, Key Account Manager de SOLERA:

• España tiene un parque compuesto por 29.118.072 vehículos (turismos, todoterreno y comerciales medios y ligeros), de los cuales 17.269.301 son diésel. 
• La gasolina se lleva la plata de este podio, con 10.105.108 unidades y a esta le siguen los híbridos y los coches a gas, con 1.564.668 unidades; y, por último, los eléctricos, con 170.581 unidades.
•  El diésel representa el 59% del parque español; la gasolina el 35%; los híbridos y los coches a gas el 5,3% y el eléctrico un incipiente 0,6%. 

Menos del 6% del parque tiene una connotación sostenible

Como se observa en los datos anteriores, menos del 6% del parque tiene una connotación sostenible. En este sentido, desde SOLERA destacan que la etiqueta 0 está estancada y que, por el contrario, las etiquetas C y eco crecen. Así, la lectura de la compañía pasa por que, por cada coche poco o nada contaminante, hay cuatro muy contaminantes que tienen vetada su entrada a las zonas de bajas emisiones de las almendras centrales. 

Al hilo de lo anterior, el Key Account Manager de SOLERA recordó que no hay planes para cambiar la etiqueta y ser más restrictivos con la etiqueta eco, por lo que desde la compañía esperan una foto estable del parque salvo que haya algún cambio administrativo que ahora no se percibe. "Si bien podría haber un replanteamiento del calendario para el fin de la combustión y eso daría más tiempo al taller para adaptarse", añadió.

"La gente se quiere electrificar, pero no electrocutar"

Otra de las conclusiones que se deducen del estudio es que solo el 3,2% de los hogares tienen un vehículo ecológico. Esto es así porque, cuanto más verde es el coche, también es más caro. En concreto, por tramos de ingresos y atendiendo a las rentas, aquellos que cobran más de 5.000 € tienen un 12,1% de los eléctricos del parque, y aquellos que cobran de 3.000 euros a 5.000 euros tienen un 25,2%.

De este modo, prácticamente el 40% de hogares con vehículos eléctricos tienen ingresos por encima de los 3.000 euros mensuales, según datos del INE. Así lo explicó Martín Tejero: "Si nos atenemos a las rentas, vemos que casi el 40% de los que podrían permitirse un coche ecológico ganan más de 3.000€. Los coches eléctricos o con algún tipo de hibridación son más caros y no todo el mundo puede permitirse un coche ecológico", señaló.

Al hilo de lo anterior, José Luis Gata comentó que "la gente se quiere electrificar, pero no electrocutar con la falta de impuestos o la falta de autonomía". En esta línea, recordó que los eléctricos no se compran por tres razones: el precio, la autonomía y el valor residual. Y es que, tal y como apuntó, "el coche a los 10 años no vale nada, porque vale más la batería que un coche nuevo".

Objetivo 2030, inalcanzable

Por todo lo anterior, la previsión de la compañía de software, datos y servicios es clara: parece que no llegaremos a 2030 con 3 millones de eléctricos. Nada más lejos de la realidad: se prevé tan solo una presencia de 562.540 unidades híbridas echufables y 491.781 eléctricos puros, porque la evolución de la electrificación del parque es lenta y escasa. De hecho, desde SOLERA anticipan que, a este ritmo, en 2030 España aún no llegará siquiera al millón de coches electrificados (híbridos o eléctricos). Esto se debe, sobre todo, a la falta de accesibilidad de este tipo de coches por parte de las clases medias.

Al hilo de estas previsiones, José Luis Gata, Business Development Manager de la compañía, propuso una fórmula para acelerar la transición hacia hacia vehículos más sostenibles, haciendo hincapié en la idea de la neutralidad tecnológica como fórmula más adecuada para conseguir la descarbonización. 

De este modo, a su juicio, lo mejor sería poner en marcha un Plan Prever que consistiría, tal y como el Business Development Manager de SOLERA ya ha explicado en reiteradas ocasiones, en un plan orientado a dar subvenciones no al coche nuevo, sino a aquellos que decidan adquirir un coche con una etiqueta más sostenible. O lo que es lo mismo, subvencionar de abajo aarriba, para conseguir que el coche antiguo vaya desapareciendo.

"Prácticamente el 25% de la población gana más de 3.000€ netos al mes, pero con eso no se puede comprar un coche. Por tanto, ¿por qué no ofrecer subvenciones a aquellos que cambien coches sin etiqueta por coches con etiqueta? ¿Por qué no ofrecer ayudas aún más grandes a aquellos que sustituyab su etiqueta por una superior? El que quiere un coche nuevo eléctrico se lo va a comprar igualmente, porque tiene economía suficiente para afrontarlo. El problema es ese 75% de los hogares que nunca se van a comprar un eléctrico con esos precios" , apuntó.

Finalmente, pronosticó que de 29 millones sí se pasará a un parque de 20 millones de parque, ya que "lógicamente no hace falta tanto coche". "Sobre todo los jóvenes están concienciados con esto. En una década hemos perdido dos millones de licencias según la DGT, y la población ha subido 6 millones. Si no hay cantera, no se compran coches", concluyó.