En la mañana del 17 de enero, CECRA, la patronal europea del comercio y la reparación de vehículos, presentó su agenda política para 2024 con motivo de las elecciones de la Unión Europea. En rueda de prensa, la entidad hizo públicos los ejes que considera deberán marcar la agenda política para los próximos cinco años en materia de automoción. Fueron el presidente de CECRA, Peter Daeninck, y su director general, Bernard Lycke, quienes se encargaron de pronunciarse al respecto, expresando las solicitudes de la entidad para el Gobierno entrante.
Entre las citadas peticiones se encuentran una normativa justa que garantice que los contratos entre los constructores de vehículos y sus distribuidores no contengan requisitos injustos u opresivos, así como una revisión y modificación de las normas que permiten las malas praxis de las aseguradoras. En el encuentro con los medios, además de Peter Daeninck y Bernard Lycke, también participó el director corporativo de Ganvam, Jaime Barea, ya que la patronal española es socia fundadora de CECRA y miembro de su junta directiva.
Durante la comparecencia, CECRA puso sobre la mesa cuestiones de candente actualidad en el sector de la automoción, como el desequilibrio de las relaciones marca-distribuidor, el impacto de las marcas chinas en el mercado europeo, la necesaria defensa de una movilidad asequible bajo el principio de neutralidad tecnológica o la necesaria actualización de los perfiles profesionales para dar respuesta a las exigencias de la digitalización y la electrificación.
Si bien el presidente de CECRA estuvo presente durante toda la comparecencia, el peso de la exposición de las propuestas de la asociación europea recayó sobre el director general de la entidad, Bernard Lycke, que abordó, en primer lugar, el tema de los vehículos conectados y cómo la digitalización y el contacto directo con los consumidores permiten a los fabricantes de vehículos desplegar nuevos modelos de negocio, reduciendo además sus costes. Los constructores de vehículos, según recordó Lycke, han puesto en marcha nuevas estrategias que abarcan todos los segmentos de negocio de los distribuidores y, además, han implementado un nuevo modelo de distribución, pasando del clásico modelo de concesionario franquiciado al modelo de agencia. Su siguiente paso, según pronostican, será implantar la venta directa al consumidor y a las empresas e introducirse en cuestiones de movilidad y modelos de suscripción compartida.
Cuestiones las anteriores que, de pleno, afectan al modelo de negocio del concesionario. Las consecuencias son muchas y muy variadas, de hecho. A saber, y según CECRA: la anulación de contratos, el deterioro de las relaciones contractuales entre constructores y concesionaros, el impacto del modelo de agencia en los modelos de ingresos de los concesionarios y pérdidas de empleo.
"El desequilibrio es cuestionable: los fabricantes de vehículos registran beneficios sin precedentes pese a la inflación y la caída de los volúmenes", aseguró Lycke. Por ello, CECRA entiende que se necesita un modelo de remuneración justo y sostenible que garantice la atención al cliente, la satisfacción de la marca y la satisfacción del agente.
Si bien los concesionarios no serán los únicos perjudicados, ya que CECRA también prevé que habrá consecuencias para el consumidor, como la reducción de los puntos de venta. "Aunque la demanda de una experiencia de venta más digital y multicanal está ganando terreno, una parte significativa de los clientes espera un enfoque tradicional en los puntos de contacto físicos con el personal de ventas y reparaciones, que sigue siendo esencial", señaló el director general de CECRA.
En este sentido, y como se adelantaba, la patronal europea solicita a los responsables de las nuevas políticas de la UE que apoyen normas justas para garantizar que los contratos entre los constructores de vehículos y sus distribuidores (los concesionarios, que son en su mayoría pequeñas empresas) no contengan requisitos "injustos, opresivos o poco razonables".
Como bien es sabido, el Reglamento de la UE sobre normas armonizadas para un acceso y uso justo de los datos, más conocido como Data Act, entrará en vigor muy pronto. Y cuando esto pase se establecerá el derecho del usuario a acceder a los datos generados por sus vehículos y facilitarselos a un tercero (un proveedor de servicios de su elección).
Lo anterior es un avance, sin duda, y la automoción ha luchado mucho por conseguirlo. Un buen ejemplo de ello fue la visita conjunta de Ganvam y Fagenauto a Bruselas para hablar con la Eurodiputada Pilar del Castillo en relación al tema. Si bien, a juicio de CECRA, este avance no es suficiente para crear competencia en los servicios de movilidad y automoción basados en datos. Es por ello que la patronal europea, junto con otras nueve asociaciones europeas de los sectores de la movilidad, el consumo y la posventas, solicita al nuevo gobierno europeo que introduzca una legislación sectorial específica respaldada por requisitos técnicos y jurídicos específicos esenciales para garantizar la igualdad de acceso al vehículo, sus datos, funciones y comunicación con los usuarios. Y es que, tal y como explicó Lycke, sin esta legislación los fabricantes de vehículos podrán seguir estableciendo normas sobre cómo acceder a los datos, sus funciones y el acceso a los datos del vehículo.
Otra de las necesidades detectadas por CECRA es la falta de talento. Porque la industria automovilistica en la actualidad está experimentando una disrupción caracterizada por el predominio de nuevas tendencias como la electrificación, la digitalización o la nueva movilidad. Importantes cambios que cada vez hacen más necesario que las empresas y compañías se preparen con trabajadores cualificados.
En este sentido, Lycke señaló que la escasez de mano de obra cualificada dificulta la competitividad de las empresas y, en particular, de las PYMES. Un problema que, si bien no es nuevo, se agrava con el tiempo y cada vez más, porque se requieren competencias digitales cada vez más complejas. De este modo, la asociación solicita la creación de iniciativas comunitarias, así como el soporte y apoyo gubernamental europeo a las mismas.
Otro de los temas tratados durante la convocatoria fue la potencial amenaza que puede constituir China para la industria automovilística europea. Y es que las empresas chinas de vehículos eléctricos han ampliado su alcance a todo el mundo y ofrecen precios competitivos, además de avances tecnológicos. Esto supone, a juicio de CECRA, un peligro considerable para los constructores de vehículos europeos. No hay que olvidar que el poder adquisitivo del comprador está disminuyendo, por lo que CECRA pronostica que "en caso de que no se ofrezcan incentivos económicos, los consumidores de clase media se decantarán por los modelos chinos". De hacerse realidad estos pronósticos, "Europa podría verse obligada a reducir masivamente su capacidad de producción".
Otro de los puntos contemplados en la agenda política de CECRA para 2024 es conseguir que los fabricantes de automóviles de la Unión Europea puedan ser competitivos a nivel mundial, garantizando la igualdad de condiciones para los vehículos europeos fabricados de formar sostenible. En definitiva, hacer de Europa un lugar atractivo para fabricar y trabajar.
En esta línea, la patronal europea del comercio y la reparación de vehículos solicita al Gobierno europeo entrante que fomente los incentivos financieros para los coches y que se asegure de que los fabricantes de automóviles de la UE pueden ser competitivos a nivel mundial.
Otro de los puntos contemplados en el programa político de CECRA es la defensa de la neutralidad tecnólogica. Y es que la asociación solicita a la Unión Europea que mantenga la puerta abierta a otras alternativas sostenibles más allá de la electrificación y el hidrógeno, como los ecombustibles.
La manipulación de los cuentakilómetros para aumentar las ventas es una mala praxis generalizada en la actualidad, explicó Lycke, en toda la Unión Europea. Se trata de una práctica que, por supuesto, conlleva consecuencias para el consumidor o usuario de los vehículos y constituye un peligro en materia de seguridad vial.
Por lo anterior, la entidad solicita que la manipulación del cuentakilómetros se reconozca como delito en todos los países de la Unión Europea y que se pongan en marcha inspecciones técnicas que incluyan el registro periódico de las lecturas de kilómetraje, además de la integración de soluciones tecnológicas a prueba de manipulación.
El último de los temas presentes en la agenda política de CECRA fue la lucha contra la mala praxis de las aseguradoras. Porque, tal y como aseguró durante la comparencia con los medios el director general de la asociación, las aseguradoras no cumplen las normas de competencia de la UE y fijan unilateralmente las tarifas horarias de las reparaciones y los tiempos estimados de reparación por debajo de los reales. Cuestiones que el sector de la reparación y la automoción han denunciado reiteradamente en los últimos años, de palabra y de facto, al igual que la dependencia económica de los peritos, que a juicio del sector no garantiza que actúen con estricta objetividad en la valoración de daños. Recuérdese que, ya en 2022, Cetraa, Conepa, Fagenauto y Ganvam denunciaron formalmente el posible incumplimiento de las normas comunitarias que permiten las malas prácticas de las aseguradoras en su relación con los talleres de reparación. Denuncia que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo finalmente admitió a trámite.
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