Algunas de las asociaciones más representativas de la industria de automoción europea (ACEA, ACEM, CECRA, Ceemet, CLEPA, ETRMA, EUROBAT e IndustriALL) han remitido una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que apoyan el renovado enfoque de la Comisión Europea en una industria automovilística competitiva en Europa y la agradecen su diálogo constructivo. Como representantes de un amplio espectro de la cadena de valor de la automoción comprometidos con dar forma a la transición verde y digital, señala la misiva que “contribuimos de forma proactiva al ejercicio de vías de transición de la DG GROW (Dirección de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea), si bien desde se inició este ejercicio, los desafíos geopolíticos han ejercido una presión adicional sobre la descarbonización del transporte”.
Por ello, aseguran dichas asociaciones, si no se actúa dentro del mandato actual, se corre el riesgo de sufrir más retrasos que, inevitablemente, socavarán la transformación y la competitividad de la industria automovilística europea. También pondrá en riesgo el empleo en una industria que genera más de 13 millones de puestos de trabajo en la Unión Europea. La Comisión Europea debe establecer urgentemente un marco sólido para gestionar estos desafíos y priorizar seis acciones clave.
China ofrece un ejemplo revelador de una estrategia industrial específica que respalda una industria de automoción nacional competitiva a nivel mundial en el ámbito de la electromovilidad. La Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos también muestra que un marco de política industrial sólido puede generar cientos de miles de millones en inversiones privadas. La UE debe desarrollar una estrategia industrial sólida que garantice la igualdad de condiciones (fuera y dentro de la UE), proporcione un entorno de inversión estable y fomente una industria automovilística y una industria manufacturera competitivas en Europa. Esto incluye un marco regulatorio competitivo, la disponibilidad y simplicidad de recursos financieros para estimular la inversión industrial en tecnologías y métodos de producción verdes y digitales innovadoras en Europa con garantías para asegurar la retención y creación de empleos de calidad, garantizando al mismo tiempo un reparto equitativo de los beneficios y sin sobrepasar las necesidades de las PYMEs. Un pilar crucial de una estrategia industrial sólida será garantizar fuentes de energía fiables a precios competitivos, lo que reducirá los costes para los ciudadanos y las empresas.
Lograr la descarbonización del transporte por carretera depende de toda la cadena de valor de los vehículos de cero emisiones. Además de las leyes de Materias Primas Críticas y de Industria Net-Zero, la UE necesita una respuesta contundente a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos para impulsar la inversión en la cadena de valor europea de las baterías y otros componentes que son cruciales para mejorar el desempeño ambiental de vehículos. Europa debería reducir la dependencia de partes críticas de la cadena de valor de terceros países. El marco regulatorio para baterías, trenes motrices, reciclabilidad y economía circular debe ser claro, coherente y estimular la inversión en Europa. El apoyo a la cadena de valor de las baterías y los trenes motrices debe complementarse con una sólida estrategia de hidrógeno, tanto en lo que respecta a las aplicaciones industriales como a las de movilidad.
La actual fragmentación del marco regulatorio de la UE para el sector crea un contexto de incertidumbre que socava la inversión y debilita la demanda del mercado. La UE debería completar el Mercado Único (incluidas las infraestructuras de recarga y repostaje, así como la electricidad) y eliminar las barreras al comercio transfronterizo. La Comisión debería hacer propuestas para racionalizar y articular mejor las regulaciones, reafirmando la importancia de la neutralidad tecnológica que apoya la innovación y la competencia. La Comisión también debería realizar exhaustivas evaluaciones de impacto y controles de competitividad antes de proponer nuevas regulaciones, incluido un estrecho seguimiento de la inversión y la capacidad de innovación. En particular, se deben evaluar cuidadosamente las restricciones al uso de sustancias críticas para el rendimiento y la durabilidad de baterías, semiconductores y otras tecnologías críticas.
La transformación verde y digital debe ir de la mano de una transición justa. La UE debe defender una hoja de ruta de transformación, especialmente para las regiones que dependen del sector del automóvil. Los interlocutores sociales del sector del automóvil, la Alianza Europea de Regiones del Automóvil y la Alianza de Capacidades Automotrices deberían desempeñar un papel de liderazgo en este plan de transformación. La Comisión también debería hacer más para impulsar las habilidades digitales para una industria de automoción de alta tecnología.
La UE debería garantizar una movilidad asequible y sostenible para todos, mientras la industria intensifica sus esfuerzos para producir vehículos y servicios asequibles para todos. Los incentivos coordinados deberían apoyar la inversión verde y la capacidad de reparación en toda la cadena de posventa; por ejemplo, la adquisición de vehículos en mercados nuevos y de segunda mano. Los incentivos pueden mejorar la asequibilidad, especialmente, porque los crecientes costos han erosionado el poder adquisitivo europeo.
Los automóviles y los vehículos de dos y tres ruedas son buenos ejemplos de relaciones comerciales mundiales cambiantes. Las políticas de ayuda estatal en terceros países ponen en riesgo la competitividad manufacturera europea. La diversificación del suministro de materias primas debería ser un pilar central de la estrategia comercial de la UE, incluida la ratificación de los acuerdos comerciales existentes y la negociación de asociaciones en materia de materias primas.
Las asociaciones firmantes reconocen la crítica situación de la industria automovilística europea. “Estamos comprometidos a descarbonizar el transporte y mantener los empleos y la fabricación de automóviles en Europa. La Comisión Europea debe tener en cuenta estos desafíos y esperamos poder asegurar conjuntamente la transformación de la industria automovilística y el bienestar europeo”, indican.
Firman la carta abierta Sigrid de Vries, directora general de ACEA; Antonio Perlot, secretario general de ACEM; Bernard Lycke, director general de CECRA; Delphine Rudelli, directora general de Ceemet; Benjamin Krieger, secretario general de CLEPA; Adam McCarty, secretario general de ETRMA; René Schroeder, director ejecutivo de EUROBAT, y Judith Kirton-Darling e Isabelle Barthes, secretarias generales interinas conjuntas de IndustriALL.
En 2023, la edad media de los coches en Europa era de 12,5 años, según una estadística reciente de ACEA. En 2022 era de 12,3 años. Luxemburgo es el mejor alumno del continente, con un parque dos veces más joven que el de Grecia o la República Checa. La edad del parque automovilístico español se sitúa para 2023, en 14,2 años.
Según el último informe Distripool de Adine, la venta de neumáticos de reposición asiáticos en el mercado español para los distribuidores mayoristas en el segmento consumer finalizó 2024 con un crecimiento del 10,1% en comparación con el año anterior.
Los transportistas tenían puestas sus esperanzas en que el nuevo Decreto Ómnibus aprobado por el Gobierno este martes 28 de enero se incluyera de nuevo dicha medida fiscal, lo que finalmente no ha sido así como consecuencia del acuerdo adoptado con Junts.
La Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Caucho (ETRMA) considera que la Brújula de Competitividad de la Comisión Europea para la UE es un paso importante hacia el fortalecimiento de la base industrial europea.
Cesvimap ha sacado una nueva edición de su Curso de Automoción, subvencionado por el Servicio de Empleo de Castilla y León (ECYL). Esta iniciativa forma parte del compromiso continuo de la entidad con la formación de alta calidad y el desarrollo profesional en el sector automotriz.