La marca deportiva Rhino fabrica balones de rugby con un 80% de caucho procedente de neumáticos fuera de uso

Un neumático tarda en desaparecer de la naturaleza 1.000 años, de ahí la importancia de recogerlos, gestionarlos y reciclarlos correctamente; y la manera más sostenible de darles otro uso al final de su vida útil es reutilizarlos para la fabricación de nuevos neumáticos. No obstante, si no es posible realizar este renovado, los neumáticos se trasladan a plantas de reciclado para extraer y separar sus distintos componentes (caucho, fibra textil y acero) para recuperarse en nuevos usos. 

Uno de los últimos usos creados para el polvo de caucho procedente de neumáticos fuera de uso, y que vienen a sumarse a los ya existentes, es su utilización para la fabricación de balones de rugby ecológicos. La marca deportiva Rhino ha lanzado al mercado una nueva generación de balones de rugby en cuya fabricación el 80% es caucho reciclado de neumático y el 20% caucho natural. Con el caucho recuperado de un neumático fuera de uso se pueden fabricar 21 de estos balones de rugby de 360 gramos de peso, ahorrando al medio ambiente 32,85 Kg. emisiones de CO2, 10,50 litros de petróleo y 878 litros de agua.

Teniendo en cuenta la crisis climática, energética y la escasez de materias primas actual, la reutilización de los componentes de los neumáticos fuera de uso, es clave para avanzar hacia un futuro sostenible. En este sentido, a través de la campaña divulgativa "¿Sabías que…?” TNU (Tratamiento Neumáticos Usados) reivindica las ventajas ecológicas, económicas y sociales que representa dar una segunda vida a los neumáticos usados, difundiendo todos aquellos proyectos ecológicos que demuestran las oportunidades que ofrece la recuperación y el reciclaje de sus valiosos materiales.