Fesvial reclama medidas "contundentes, eficaces y sin demoras" ante los últimos datos de siniestralidad en las carreteras y calles españolas

Según datos de la DGT, las calles y carreteras españolas se han cobrado la vida de 1.806 personas y otras 9.265 resultaron con lesiones graves, muchas de ellas con secuelas permanentes para el resto de sus vidas, en los siniestros viales registrados en 2023. El mismo organismo citado subraya que estas más de 11.000 víctimas en nuestras carreteras hay que entenderlas en un contexto del aumento de la movilidad y de los desplazamientos de largo recorrido. Pero también hay que situar estos datos, fundamentalmente, en las imprudencias, en los incumplimientos de la norma, en la inconsciencia y la temeridad de algunos conductores; muy especialmente en los excesos, en la velocidad inadecuada, en el consumo de alcohol, sustancias estupefacientes y psicofármacos a la hora de conducir, en las distracciones tanto en conductores como peatones, y así un no muy un largo etcétera que se repite año tras año.

Desde Fesvial muestran su preocupación por la grave deriva de estos datos que indican claramente la necesidad de realizar actuaciones urgentemente y tomar decisiones eficaces, contundentes y sin demorarlas por más tiempo. “Tenemos evidencias, suficientes datos y propuestas, meditadas, analizadas y contrastadas científicamente, muchas de ellas anunciadas y presentadas a la sociedad en más de una ocasión, que piden ser aprobadas y aplicadas con urgencia con un fin primordial de mejorar la seguridad y reducir el número de personas muertas y lesionadas, pero parece que nos estamos demorando en su implantación, posiblemente porque la Seguridad Vial no es una preocupación en la actual agenda política de los altos mandatarios, o porque quizá el “Green Washing” en nuestro caso la movilidad sostenible y la eficiencia en el transporte está dejando a un lado la seguridad, pensémoslo”, argumenta José Ignacio Lijarcio, vicepresidente de Fesvial.

No es nuevo el argumento de que detrás de la mayoría de los siniestros puede haber hasta el 90% de errores humanos. Por tanto, es un imperativo legal y ético actuar con mayor interés, eficacia y contundencia sobre este factor y debemos encontrar las fórmulas.

“Seguimos trabajando para investigar y entender el problema del incumplimiento de las normas de tráfico en las calles y carreteras, por alguna parte de la ciudanía”, indica el vicepresidente de FESVIAL. “Supuestamente todos ellos pasaron por un examen, que los habilita para tal fin, y que les debería comprometer con unas reglas de juego seguras e iguales para todos”.

Este es un fenómeno complejo que involucra factores sociológicos, psicológicos y contextuales. Desde una perspectiva psicológica, se sabe que la conducta humana en el tráfico está influenciada por la percepción del riesgo, la motivación y las normas sociales interiorizadas. Muchas personas subestiman el peligro asociado a ciertos comportamientos, como el exceso de velocidad o el uso del teléfono móvil, porque creen que son conductas controlables o han tenido experiencias previas sin consecuencias graves. Este sesgo de optimismo, una creencia de que "a mí no me pasará", lleva a muchos a incumplir las reglas creyendo que sus habilidades pueden compensar el riesgo, pero como indican los datos la realidad no es así, apuntan desde la Fundación Española para la Seguridad Vial.

Para el Dr. Lijarcio, “lo que parece estar en cuestión es si se ha trabajado lo suficiente, y de manera obligatoria en muchos casos, en que los conductores sean conscientes de las consecuencias del incumplimiento de la norma, si se les ha enseñado a percibir el riesgo real que supone el tráfico, de manera previa y no con posterioridad a causar un siniestro y sufrir sus consecuencias. Tanto físicas como penales y administrativas”.

En este sentido el vicepresidente de Fesvial puntualiza que “el sistema seguro” plantea soluciones, muchas de ellas son ya realidades, aplicadas al factor vehículo y factor infraestructura para compensar los errores humanos y minimizar fatídicas decisiones tomadas mal o a destiempo. En nuestro país tenemos empresas que investigan y desarrollan soluciones de seguridad vial, tanto para la infraestructura como el vehículo, que urge implementar con una fuerte inversión económica por parte de los responsables de la infraestructura ya sea a nivel local, provincial, autonómico o nacional, el siniestro vial puede ocurrir en todas las vías”.

“Dentro de este “Sistema Seguro”, también debemos continuar generando una cooperación y trabajo continuo de las diferentes Policías con competencias en tráfico y la Agrupación de Tráfico la Guardia Civil, su labor diaria en las vías de circulación es vital para el cumplimiento de la norma”, explican. Y prosiguen advirtiendo que, referente al parque móvil, “la media de edad de los vehículos con los que nos cruzamos diariamente es de casi 15 años, lo que invita a un cambio de modelo e impulsar la renovación del parque, promoviendo ayudas y subvenciones de fácil aplicación por parte de las administraciones”.

“Por último, y no menos importante”, -recuerdan desde FESVIAL- “tenemos que seguir avanzando en el desarrollo y alcance de la educación vial en las aulas, así como en los centros de trabajo, ya que prevenir los riesgos laborales, especialmente los que se registran por el tráfico, ya sean accidentes in itinere o en misión, requieren no dejar de promover la cultura de seguridad vial en las empresas”.

Es necesario y urgente pasar a la acción

José Ignacio Lijarcio, vicepresidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), sugiere que se publiciten mucho más también los días en los que no se registra ningún fallecido ni siniestro grave, de manera que también se abra un hueco a las cifras positivas en la estadística habitualmente trágica de los balances de tráfico. 

Para el vicepresidente de Fesvial “tenemos una hoja de ruta que es buena y existen medidas en favor de la seguridad vial, como la formación en los colegios, la mejora de las infraestructuras, los vehículos más seguros e inteligentes, o la reciente propuesta de reducir la tasa de alcoholemia al 0,2 para todos los conductores, pero seguimos escribiendo en esa hoja de ruta y nos falta pasar a la acción para que la excepcionalidad de los días sin siniestros mortales se convierta en la normalidad”.