El sector de la automoción está experimentando un cambio transformador con el auge de las soluciones de movilidad compartida. En España, la llegada de nuevos servicios como el ridesharing, el carsharing y los modelos basados en suscripciones está reconfigurando la dinámica tradicional de los concesionarios.
Explorar los efectos de la movilidad compartida, además de brindar una imagen mucho más clara de sus implicaciones generales dentro del sector de la venta y posventa de vehículos, nos permite realizar un análisis profundo de los beneficios y retos a los que los concesionarios y talleres se enfrentan con este nuevo panorama.
Según el estudio "Car Sharing Unlocked", realizado por ING, se estima que para el 2035 haya 7,5 millones de coches compartidos en Europa y, de acuerdo con un informe de la consultora Oliver Wyman, se prevé que para el 2030 el mercado de la movilidad compartida alcance los 370.000 millones de euros. Únicamente en Madrid, en 2022, ya existían 22 servicios de transporte compartido a través de aplicaciones móviles y durante el 2023, en España, hubo un incremento del 34% de usuarios de coches compartidos. Estas cifras son un indicador clave del cambio en el comportamiento de los consumidores a la hora de movilizarse.
El aumento en el uso de este tipo de movilidad va de la mano con la tendencia de la digitalización y electrificación de la industria automotriz, al igual que con la creciente conciencia ambiental y exigencia de prácticas sostenibles por parte de los usuarios. Ya no se habla únicamente de vehículos eléctricos, sino de la búsqueda de materiales sostenibles, fabricación respetuosa y formas de movilidad que reduzcan la huella de carbono.
Ahora bien, ¿cómo afecta la movilidad compartida a los concesionarios españoles? La población más joven tiende a preferir el acceso a la movilidad en lugar de la propiedad y esta es una oportunidad para que concesionarios aprovechen un mercado joven sin explorar, incluso para poder explotar una nueva área de negocio que pueda complementar su actividad actual de ventas y posventa no tan dependiente de las marcas.
La movilidad compartida también implica altas tasas de utilización de los vehículos, lo que conlleva a un desgaste acelerado, es decir, una mayor demanda de servicios de sustitución y mantenimiento de vehículos. Esto supone un flujo constante de negocio en la posventa y renovación de flotas. Sin mencionar que los concesionarios que se adapten al ofrecer modelos de propiedad flexibles o servicios de suscripción, estarían alineados con la demanda de soluciones de movilidad adaptadas a las necesidades y preferencias individuales de los consumidores.
Por otro lado, una de las consecuencias de la movilidad compartida es, sin lugar a duda, la reducción de las ventas de vehículos nuevos a particulares. Por eso es tan importante para la red de concesionarios seguir manteniendo “cerca” a este tipo de clientes con sus propias soluciones de movilidad. Según datos del Observatorio Cetelem en 2022, tres de cada diez usuarios renunciarían a su moto o coche propio para empezar a utilizar servicios de alquiler de vehículos. El 35% de los jóvenes de entre 25 y 34 años estarían dispuestos a dejar de utilizar su coche para utilizar servicios de movilidad compartida. Esta disminución de ventas a particulares obligaría a los concesionarios a revisar sus estrategias de ventas y encontrar fuentes de ingreso alternativas como el servicio de posventa y el mantenimiento, además de las citadas soluciones de movilidad.
Es muy probable que con los nuevos servicios de movilidad compartida los concesionarios tengan que empezar a hacer cambios en sus modelos de ingresos tradicionales y orientarse más hacia la prestación de servicios, priorizando la experiencia al cliente y haciendo personalizaciones con la finalidad de retener clientes. Esta reconfiguración dentro del sector exige adaptabilidad y planificación estratégica por parte de los concesionarios y con una mente abierta, estos cambios pueden convertirse en una oportunidad. Desde el posible aumento de la demanda de vehículos de ocasión, la especialización de talleres de automoción en el mantenimiento de flotas de vehículos compartidos, hasta la actualización de software y tecnología.
A medida que la industria de la automoción siga evolucionando, mantenerse ágil y con visión de futuro será la clave para que los concesionarios naveguen con éxito en la era de la movilidad compartida.
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