El 2023 ha sido un año de luces y sombras para el sector de la automoción. Por un lado, algunas dificultades, como los efectos de la pandemia, la caída de la producción de vehículos, los problemas logísticos y la escasez de ciertos componentes, parecen estar restableciéndose. Sin embargo, por otro lado, la amenaza de una crisis económica, las presiones inflacionistas, los elevados tipos de interés, los estrictos objetivos de emisiones de la Unión Europea y el cambio en las tendencias de compra están ahora amenazando la competitividad de esta importante industria y el futuro de las empresas que forman parte de ella.
Nos encontramos en un entorno de máxima incertidumbre que, además, coincide con una transformación de la industria de automoción sin precedentes y a gran velocidad. El objetivo de descarbonizar la movilidad está poniendo a prueba las capacidades del sector, afectando a los modelos de producción, al desarrollo de nuevos sistemas de propulsión y al auge de nuevos actores en el ecosistema.
En cualquier caso, los proveedores de automoción han demostrado ser un sector fuerte y con gran capacidad de resiliencia ante los retos que se le presentan, que sabe encontrar en las dificultades oportunidades para seguir creciendo y que mira con optimismo al futuro. Desde hace décadas, toda la cadena de valor de la automoción en España está realizando fuertes inversiones en I+D+i para poner en el mercado soluciones y tecnologías que permitan a los vehículos ser cada vez más sostenibles, seguros y eficientes.
Sin embargo, actualmente, la oferta de vehículos está muy por delante de la demanda. La incertidumbre y la confusión están generando un estado de duda en la sociedad que resulta en una disminución en la compra de vehículos nuevos, con el consiguiente envejecimiento del parque automovilístico español, que ya supera los 14 años de media, uno de los más antiguos de Europa, con sus correspondientes consecuencias en términos de descarbonización y de seguridad vial.
En este sentido, es fundamental priorizar incentivos fiscales y soluciones que fomenten la demanda de vehículos nuevos y, como consecuencia, la modernización y renovación del parque móvil español hacia uno más eficiente, seguro y sostenible. La tecnología salva vidas, pero es responsabilidad de todos que esos avances tecnológicos lleguen a nuestras carreteras.
Las decisiones que tomemos a corto plazo para afrontar todos estos retos serán clave para el futuro del sector. No hay que olvidar que la automoción es una industria estratégica para España, tanto en términos económicos como de progreso y vertebración social. La facturación del sector en su conjunto representa el 10% del PIB español, genera cerca de 2 millones de empleos directos e indirectos y es responsable de más del 15% del total de las exportaciones españolas.
El nuevo Gobierno debe tener estos datos en cuenta y desarrollar una política industrial activa, con objetivos y prioridades acordes a la realidad y las necesidades de nuestro sector. Será fundamental una colaboración público-privada estrecha y un diálogo continuo entre las empresas y la Administración, así como establecer normativas que favorezcan una transición energética ordenada y justa que dé lugar a un modelo de movilidad basado en la neutralidad tecnológica y accesible para todos los ciudadanos.
Desde Sernauto, seguiremos trabajando mano a mano con representantes políticos y agentes sociales para lograr estos objetivos, trasladando nuestra visión sobre una nueva política industrial coordinada y colaborando para establecer una estrategia-país de apoyo al sector, en la que se atiendan las necesidades reales de las empresas y los ciudadanos.
Todo ello, con el objetivo último de asegurar la competitividad del sector de automoción en España y de las empresas que forman parte de él, para que puedan afrontar los retos del futuro con garantías, siendo sostenibles en materia medioambiental, social y económica, cumpliendo con los objetivos climáticos, generando empleo de calidad a lo largo de todo el territorio nacional y continuando con la fuerte inversión en I+D+i y productiva que realizan.
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