Según establece la Ley de Cambio Climático, las ciudades que tengan más de 50.000 habitantes censados tienen obligación de implantar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Asimismo, aquellos municipios que superen los 20.000 habitantes también deberán tenerla definida, aunque solo la activarán en caso de altos episodios de contaminación. Por este motivo, cada vez son más los usuarios que buscan alternativas de movilidad que les permitan moverse con la etiqueta ECO.
De hecho, algunas grandes áreas metropolitanas como Madrid, han anunciado ya que irán ampliando las restricciones progresivamente, también a los vehículos con etiquetas B y, más adelante, a los de etiqueta C. Asimismo, se espera que cada vez sean más las ciudades que adopten este tipo de medidas, si bien es cierto que la decisión de qué ZBE implementar y qué restricciones establecer corresponde a cada ayuntamiento.
La transformación de los vehículos a GLP permite obtener la etiqueta ECO siempre que se cumplan las condiciones necesarias para ello. En el caso de los vehículos gasolina, obtendrán la etiqueta ECO aquellos que cumplan la norma EURO 4. Es decir, los que estén matriculados a partir de 2006, salvo excepciones.
Además, los conductores que transformen su vehículo gasolina a GLP antes del 31 de diciembre en uno de los talleres de Astrave podrán beneficiarse de una ayuda de 200 euros en carburante Repsol AutoGas, disponible tanto para particulares como para profesionales.
Las ayudas se podrán canjear a través de Waylet, la app de Repsol, en cualquiera de las estaciones de servicio de Repsol, Campsa y Petronor que dispongan de punto de suministro de AutoGas. Los usuarios recibirán un código que tendrán que validar en la app utilizando el mismo correo que tengan asociado a ella.
Además de la reducción de emisiones de óxido de nitrógeno y partículas contaminantes, la transformación a GLP supone un ahorro económico muy significativo a la hora de repostar porque el precio del GLP o AutoGas se mantiene en torno a 0,94 euros/litro. Es decir, aproximadamente el 40% menos que el precio de los combustibles tradicionales.
Asimismo, hay que tener en cuenta que la inversión que supone la adaptación a GLP se puede amortizar a partir de los 20-25.000 km de media, si bien depende de las características de cada vehículo. Según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Transición Ecológica, los conductores españoles recorren entre 10.000 y 12.000 kilómetros al año de media. Es decir, la conversión a GLP podría estar amortizada en unos dos años.
Por lo tanto, adaptar un vehículo a GLP es una alternativa de movilidad más sostenible, inmediata y rentable para conseguir la etiqueta ECO sin necesidad de comprar un vehículo nuevo.
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