La Comisión Europea inspeccionó el 30 de enero por sorpresa las instalaciones de varios fabricantes de neumáticos, entre ellos, Continental, Michelin, Nokian y Pirelli, con objeto de detectar si se han violado las normas antimonopolio de la UE, que prohíben los cárteles y las prácticas comerciales restrictivas.
Desde Nokian Tyres explican que eligiendo neumáticos con baja resistencia a la rodadura y comprobando periódicamente la presión de los neumáticos se mejora la eficiencia energética, reduciendo la huella medioambiental y el consumo de carburante.