Después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) declarase nula la ampliación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del Ayuntamiento de Madrid, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) confía en que el consistorio madrileño suspenda cautelarmente su entrada en vigor y negocie medidas más realistas para mejorar el medioambiente en la ciudad. Al hilo de esta sentencia, el Foro de Movilidad de Alphabet ha desvelado que el 77% de los madrileños está a favor de las ZBE, si bien sólo el 26% la considera la medida más eficaz para reducir la contaminación del aire en su ciudad.
La ampliación de la Zona de Bajas Emisiones a todo el término municipal de Madrid suponía expulsar del centro de la ciudad al 70% de los camiones y casi al 40% del resto del municipio, pero el pasado martes, 17 de septiembre, a instancias de un recurso promovido por el Grupo Municipal de VOX, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró nula la Ordenanza de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, cuya regulación plena estaba prevista que entrara en vigor el próximo 1 de enero. Tiempo atrás, Fenadismer venía denunciando dicha Ordenanza por el gravísimo impacto que iba a ocasionar, especialmente al sector del transporte y distribución de mercancías.
Madrid es la única ciudad española que ha introducido importantes limitaciones al desarrollo de la actividad del transporte, obviando las recomendaciones establecidas en la Guía elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica para la creación de zonas de bajas emisiones, en colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias, que establecía la necesidad de dar un tratamiento específico favorable a sectores profesionales como el del transporte y reparto de mercancías y al transporte de viajeros
Incluso así, en enero de 2025 estaba previsto incrementar de forma preocupante las actuales limitaciones, afectando ya no sólo a la zona centro, sino a todo el término municipal, que se convertiría en Zona de Bajas Emisiones e introduciría un importante carácter restrictivo para la actividad del transporte, tanto de mercancías como de viajeros, ya que casi el 70% de camiones madrileños, el 30% de furgonetas y el 44% de los autocares tendrían limitado de acceso al centro de Madrid, y el 36% de camiones, el 10% de furgonetas y el 16% de autobuses no podrían acceder a ningún punto de todo el término municipal.
La propia sentencia del TSJ madrileño, ante la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, alude a “la afectación de las medidas a miles de vehículos profesionales, con repercusión directa en las condiciones de la competencia y del mercado, considerando de singular importancia que se hubiera tenido en cuenta la situación de los colectivos empresariales de menor capacidad económica para la renovación del vehículo, como son los autónomos, microempresas o pymes, pero destaca que los informes previos a la aprobación de la Ordenanza tampoco hacen referencia alguna a esta cuestión”
Hay que tener en cuenta que, de ampliarse la Zona de Baja de Emisiones, el alto porcentaje de transportistas próximos a la edad de jubilación (más de la mitad tienen una edad superior a los 50 años), no podrían afrontar un proceso de renovación de su flota de transporte, dada su limitación financiera e imposibilidad de amortizar el vehículo adquirido, por lo que la mayoría de los que en la actualidad operan en Madrid se verían expulsados del sector, con el consiguiente grave problema de índole social.
Esta reciente decisión judicial, que ha supuesto la anulación de las Zonas de Bajas Emisiones en Madrid Central y Plaza Elíptica, reabre el debate sobre la mejor manera de combatir la contaminación en las ciudades. Si bien es cierto que las ZBE cuentan con un amplio apoyo ciudadano, ya que el 77% de los madrileños se muestran a favor, según los resultados del Foro de Movilidad de Alphabet, sólo el 26% la considera la más eficaz para reducir la contaminación del aire en su ciudad.
Es importante destacar que, dentro del apoyo mayoritario a esta medida, existen matices importantes, asegura la compañía de gestión de flotas y movilidad corporativa del Grupo BMW. Así, el 24% de los ciudadanos que se muestran a favor, condicionan su apoyo a que esta no afecte a su movilidad personal, resaltando la importancia de acompañar las medidas de restricción del tráfico con otras alternativas que respondan a las necesidades reales de los ciudadanos.
Por otro lado, en cuanto a las preferencias de los ciudadanos de Madrid en relación con las medidas más eficaces para combatir la contaminación del aire, el 64% apuesta por la promoción de ayudas para el uso de transporte público, seguido de las inversiones para ampliar esta red (57%), recalcando la demanda de un sistema de transporte público más atractivo, accesible y eficiente como verdadera alternativa al vehículo privado.
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