Michelin explica la transformación de los mercados de neumáticos ante las nuevas necesidades de los automovilistas, los constructores y el cambio climático; y la transformación de sus centros de producción en respuesta a los nuevos retos humanos, tecnológicos y medioambientales. Ambas son estratégicas para el grupo, que ratifica su compromiso medioambiental y, más concretamente, su objetivo de utilizar materiales 100% sostenibles en la fabricación de sus neumáticos de aquí a 2050.
Los mercados del automóvil están experimentando una profunda transformación: en los últimos 30 años, los hábitos y las necesidades de los consumidores han cambiado enormemente en todo el mundo. Las características de los vehículos, cada vez más cómodos y seguros y, como consecuencia también más pesados, el uso compartido del automóvil y el desarrollo del leasing son signos visibles de ello. Además, el cambio climático y las restricciones medioambientales cada vez más estrictas también están teniendo un gran impacto.
En este contexto, Michelin se erige como un actor clave para acompañar las principales tendencias de los mercados de neumáticos, que son las siguientes:
En primer lugar, el aumento de las dimensiones de los neumáticos, consecuencia del aumento de peso que han experimentado los vehículos. Esta tendencia tiene un efecto directo sobre el consumo y las emisiones de CO2 en un momento de cambio climático y de escasez de recursos. Michelin responde a esta paradoja a través de la tecnología. Por ejemplo, la reducción de la resistencia a la rodadura de sus productos ha permitido ahorrar 3.400 millones de litros de carburante durante la vida útil de los neumáticos en 2021, evitando así la emisión de 8,7 millones de toneladas métricas de CO2 con respecto a 2010. Michelin proseguirá sus esfuerzos de aquí a 2030, mejorando esta eficiencia energética en un 10% adicional.
Otra de las tendencias es que los neumáticos All Season o Todo Tiempo, que durante mucho tiempo no han tenido acogida por parte de los conductores europeos, han multiplicado sus ventas por tres en este continente. Estos neumáticos son ahora reconocidos por su facilidad de uso y sus notables prestaciones, gracias, en gran medida, a los avances tecnológicos desarrollados por Michelin. En este mercado, el Grupo prevé un crecimiento superior al 11% en los próximos 5 años. Entre los factores que contribuyen a estas cifras se encuentran los siguientes: el cambio climático y la aparición de nevadas imprevisibles; los cambios en la normativa europea; las ventajas para el consumidor al no necesitar dos juegos de neumáticos y el desarrollo de las flotas de vehículos y el leasing.
Por último, encontramos el auge del vehículo eléctrico. Con el desarrollo de los vehículos eléctricos, los neumáticos vuelven a ocupar el primer plano, ya que las prestaciones y las limitaciones de este tipo de vehículos imponen a los neumáticos exigencias mucho mayores que las de los vehículos con motor de combustión. Para ofrecer un buen rendimiento un neumático para vehículos eléctricos debe tener cuatro cualidades esenciales: longevidad, debido al aumento del par motor en las aceleraciones y desaceleraciones; baja resistencia a la rodadura, factor clave para la autonomía; alta capacidad de carga, fundamental para soportar el peso de las baterías; y reducción del ruido, puesto que el 70% del nivel sonoro generado por un vehículo eléctrico procede de la conducción, no del motor.
Estos requisitos constituyen una oportunidad única para que Michelin desarrolle al máximo su capacidad tecnológica y de innovación.
Desde hace varios años, el grupo Michelin está inmerso en una triple revolución en sus centros de producción: una revolución humana, con profundas cuestiones sobre el sentido, la organización y el compromiso; una revolución tecnológica, con la generalización del uso de los datos y las tecnologías digitales y una revolución medioambiental, con la acuciante necesidad de conciliar la actividad económica y el desarrollo sostenible.
En primer lugar, a partir de su modelo de liderazgo, Michelin ha puesto en marcha una ambiciosa transformación laboral en torno al concepto otorgar responsabilidad, que ya está dando sus frutos. Desde hace 15 años, Michelin desarrolla esta innovadora gestión en sus fábricas para mejorar el trabajo de los equipos de producción. Hoy en día, este cambio de gran alcance contribuye a mejorar los resultados económicos de las fábricas y, sobre todo, permite afrontar el reto de hacer más atractivas las profesiones industriales. Además, el Grupo sigue invirtiendo en la calidad del diálogo social, especialmente a través del trabajo con las organizaciones sindicales y los empleados; un método que se desarrollará con fuerza en los próximos diez años.
Además, la transformación industrial de Michelin también pasa por la digitalización y el uso de la inteligencia artificial. Desde hace 5 años, los datos se almacenan para su reutilización en un entorno colaborativo. La fábrica 4.0, que combina robots con inteligencia artificial, multiplica por diez la escala de esta transformación, permitiendo anticiparse a posibles fallos, aumentar la calidad y la flexibilidad de la producción y mejorar las condiciones de trabajo y los niveles de cualificación del personal. Estas innovaciones han permitido a Michelin lograr un ahorro anual de casi 60 millones de euros.
Por último, Michelin ya ha reducido a la mitad el impacto medioambiental de sus fábricas entre 2005 y 2019. La ambición del Grupo va mucho más allá: llegar a cero emisiones netas en 2050, con un objetivo intermedio de reducir las emisiones de CO2 en un 50% entre 2010 y 2030. Este reto sólo podrá alcanzarse acelerando los esfuerzos del Grupo en materia de austeridad energética y de transición hacia las energías verdes. El impacto del CO2 no es el único criterio que Michelin quiere reducir; el Grupo también se compromete a disminuir su consumo de agua en más de un 30% de aquí a 2030.
Florent Menegaux, presidente del grupo Michelin, declara que “Michelin está en constante evolución. Afrontaremos los retos de la transformación de los mercados del neumático gracias a una herramienta industrial cada vez más innovadora, más respetuosa con el medio ambiente, en la que las personas desempeñan un papel importante. La cultura innovadora de los equipos Michelin permite al Grupo anticiparse e inventar soluciones cada día, con el fin de responder a las expectativas de sus clientes y de la sociedad. Confiamos en alcanzar nuestros objetivos estratégicos: en el neumático, alrededor del neumático y más allá del neumático”.
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