ANCERA conciencia sobre la importancia de entender la IA como una ventaja competitiva

La patronal de la distribución ANCERA quiso concienciar sobre la importancia de entender la IA como una ventaja competitiva. Para ello en su congreso contó con Inma Martínez, presidenta del Grupo de Expertos y copresidenta del Comité Directivo de GPAI (Global Partnership on IA). Martínez ofreció una ponencia que dejó clara la potencialidad de la inteligencia artificial para generar ventajas competitivas. 

A día de hoy, todo el mundo quiere entender que es la inteligencia artificial. Porque en relación a la misma sentimos muchas cosas. Quizá las dos más fuertes sean curiosidad y miedo. Porque muchos, y sálvase el que pueda, aún tenemos miedo de que una IA se haga tan poderosa que llegue a dominar el mundo e, incluso, destruirlo. Una creencia que viene del cine y que inevitablemente siembra ciertos temores cada vez que se habla del tema. En este contexto, Inma Martínez, presidenta del Grupo de Expertos y copresidenta del Comité Directivo de GPAI, subió al escenario para desterrar mitos. Y no únicamente, pues su discurso también sirvió para ofrecer algunas claves que podrán ayudar a la distribución a diferenciarse de la competencia y asegurar su continuidad en el mercado.

Llevamos creando la IA más de 70 años

Como suele suceder, un discurso sobre el presente sin el pasado se queda cojo. Por ello, Martínez en primer lugar profundizó en el tema, recordando cómo fue el nacimiento de la IA avanzada. Se dio en el 2018, cuando AlphaFold1 predijo con precisión la forma de una proteína atómica, a escala y en minutos. También se dieron por aquel entonces diagósticos por imagen para la atención médica predictiva, reconocimiento facial y casos de automatización nivel 5.

En este sentido, recalcó que la IA no vino sola, sino de la mano de otras muchas ciencias. Y un buen ejemplo es la infinidad de patentes publicadas. Tanto es así que en los primeros 14 años del siglo XXI se sobrepasó la cifra de patentes conseguida durante todo el siglo XX. "Esto quiere decir que estamos explotando en innovación, que estamos en un siglo revolucionario. Ya tenemos los materiales, los software, el hardware. Se está creando una tormenta perfecta y se están alcanzando cosas increíbles, sobre todo a partir de 2015", aseguró. 

Si bien la IA es mucho más vieja de lo que pensamos. Llevamos creándola más de 70 años: "En los años 30 los decodificadores británicos lograron decodificar la máquina Enigma que estaba siendo usada por los nazis para mandar mensajes. Luego, a partir de los años 50 y con el nacimiento de las computadoras empezamos a ver la estadística computacional y la planificación de escenarios". 

Lo cierto es que si avanzamos en el tiempo encontramos nuevos ejemplos. Por ejemplo, el algoritmo de YouTube, que data de 2005 y está basado en las matemáticas, en el machine learning. Y si avanzamos un poquito más, ya hablamos de IA avanzada. El momento clave fue 2015. Lo fue para el deeplearning y para los modelos de lenguaje, cuando se consiguió que la maquina Alpha se autoenseñase: "La máquina desarrolló una inteligencia más allá de las tres dimensiones en las que nosotros operamos porque somos seres biológicos", señaló Martínez. 

Esta tecnología permitió predecir cómo se desdoblan las proteínas del genóma humano, lo que permite fabricar fármacos y hacer medicina a medida. Así se creó AlphaFold, un sistema que en solo tres semanas y media predijo 15.000 de las proteínas de las 20.000 que los humanos tenemos: "Fue como el milagro de Lourdes del mundo biológico. Con dos de ellas se lograron crear las vacunas famosas de la Covid basadas en el ARN".

El modelo transformer: "La T de ChatGPT es de transformer"

Llegado a un punto de la historia de la IA se concluyó que era importante conseguir un robot parlante, como ELIZA (el primer programa informático de procesamiento del lenguaje natural creado entre 1964 y 1966 por Joseph Weizenbaum). También que era importante que la IA no solo hablase, sino que supiese buscar y localizar información, y proporcionarla al usuario. "Se trata del modelo transformer. Por eso la T de ChatGPT es de transformer. No se lo han inventado ellos, lo inventó Google", indicó.

De este modo, ¿porque la IA avanzada no tiene precedentes? Por cómo escala: "El mismo entrenamiento que hacemos para enseñar a un vehículo a reconocer objetos es el mismo que usamos para reconocimiento facial y para predecir un tumor en una placa de rayos X. Las posibilidades de verlas en el producto son infinitas y por eso estamos en medio de una súper revolución", aseguró.

Pero el reto de la humanidad no es la IA, sino la energía

Si bien, a juicio de Inma Martínez, en este contexto el reto de la humanidad no es la IA, sino la energía. Ya en su día lo dijo Jeff Bezos, empresario, ingeniero y magnate estadounidense, fundador, presidente ejecutivo y exdirector ejecutivo de Amazon: "Él tiene una matemática muy simple. El consumo de toda la industria, de todas las ciudades, de todos nosotros, va a ser tan incremental que aunque colocasemos fotovoltáicos en cada metro cuadrado pronto no sería suficiente. Tenemos que investigar y encontrar una manera de generar la energía que nos propulsa", comentó. 

Y en lo referente a la automoción, la IA lleva trabajando en ese campo desde el 83, aunque el consumidor no lo sepa. BMW, por ejemplo, empieza a trabajar en los controles de estabilidad y en los frenos asistidos: "Estas palabritas mágicas no te cuentan que hay un sistema ahí, deduciendo que es lo que tiene que hacer por sí mismo. Cuando uno se compra un coche de estas dimensiones se pone a conducir como si fuera Lewis Hamilton y se mete en una curva normalmente frena, que es lo que no hay que hacer. Para eso están los frenos asistidos. Básicamente es el coche intentando no frenar cuando tú estás frenando. Porque sabe que estás haciendo lo que no hay que hacer. La gente en los años 80 nunca hubiera comprado este sistema de saber que iba a tomar el mando en situaciones críticas. Pero la IA se esconde detrás de las palabras de marketing".

Por otro lado, y volviendo al tema del reto energético, la presidenta del Grupo de Expertos y copresidenta del Comité Directivo de GPAI, recordó que el automóvil también respondió a este reto, y en buena parte lo ha hecho gracias a la IA. A nivel de ingeniería, con el coche eléctrico, por ejemplo. Pero también el cambio de los modelos de negocio, como la marca que Toyota creo solo para su oferta electrónica. 

 "El automóvil siempre responde a los retos. El famoso reto energético la industria del automóvil lo lleva respondiendo desde los años 70.(...). No somos la única industria que produce un exceso de CO2 y aquí hay que empezar a calibrar en donde otros tienen que empezar a innovar y donde debería haber regulaciones. Porque aunque lograsemos optimizar al 100% solos no podríamos resolver el reto energético", aseveró.

 "El automóvil siempre responde a los retos. El famoso reto energético la industria del automóvil lo lleva respondiendo desde los años 70.(...). No somos la única industria que produce un exceso de CO2 y aquí hay que empezar a calibrar en donde otros tienen que empezar a innovar y donde debería haber regulaciones. Porque aunque lograsemos optimizar al 100% solos no podríamos resolver el reto energético."

¿Cómo puede ayudar la IA al sector? 

Contextualizado el tema con amplitud, la profesional de GPAI se adentró en la cuestión principal de su discurso. En cómo puede ayudar la IA al sector, y la primera es conocer todo lo que sucede en nuestros negocios, que no haya puntos ciegos. "No se trata solo de meter la IA en cosas obvias de construir productos, sino de manejar los negocios con eficiencia de costes", comentó. Y recordó que antes de la pandemia había muchos almacenes, pero cuando el mundo entero se puso a comprar en pandemia los almacenes que antes cogían polvo se convirtieron en centros de abastecimiento. "Esa es la nueva logística. Te llega una caja y no dura ni dos segundos allí, porque o la mandas al consumidor o a un B2B. Es un centro de reparto, no de almacenamiento. Esta es la nueva dinámica y se consigue con tecnología, con IA, con una logística superior. La logística es uno de los sectores donde hay mucha IA. Porque es vital reducir millas, segundos y recalcular rutas, ya lo sabéis. Y todo eso ocurre porque hay IA".

En este sentido, recalcó que en todo lo que no pueda solventar una hoja de Excel, cabe la digitalización y, por tanto, la IA. Incluso cuando las cosas se hacen bien, pueden hacerse mejor: "La IA te catapulta". "La ventaja competitiva es crear atributos que a ti te permiten competir con superioridad", señaló.

Finalmente, la profesional de GPAI se centró en el mensaje que quería lanzar: "La IA es una herramienta. Cuando convertimos en datos las partes operativas del negocio optimiza todo", concluyó.