¿Qué es la colorimetría y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia en automoción?

¿Qué es la colorimetría? ¿Cómo se aplica a la automoción y a la posventa y reparación de automóviles? ¿Cómo ha evolucionado a lo largo de la historia de la automoción? Te lo contamos en este reportaje.

Tal y como explica Workshop Experience, se puede definir colorimetría como la ciencia que estudia las medidas cualitativas y cuantitativas del color. Esta ayuda a medir y combinar los colores según las necesidades de cada momento partiendo de tres variables: luminosidad, tono y saturación. 

La colorimetría es crucial en automoción, ya que resulta fundamental en el diseño y personalización de los automóviles, tal y como explican desde Máster Automóvil. Y es que, como actualmente el sector del automóvil ofrece cada vez más alternativas cromáticas, con colores más sofisticados, el control del color se convierte en un aspecto crítico en los procesos de fabricación de un nuevo coche. "Esta amplia variedad de matices y efectos de pintura complica su paso por el taller pero la gran variedad de herramientas de color hace que este proceso sea más sencillo", afirman.

De este modo, también conviene definir la colorimetría aplicada a la carrocería. Si bien, como detalla Miguel Egido, del departamento de marketing de Axalta, de forma general, en el sector de la automoción y, particularmente, en el del refinish, se aplican las mismas reglas que en otros ámbitos. "Los factores que nos influyen a los humanos en la percepción de los colores en un coche son similares a los de los colores en otros objetos: distancia, forma, edad y sexo de la persona, factores fisiológicos, entorno, iluminación...", asegura Egido. 

Si bien desde Axalta hacen hincapié en que ciertamente existen algunos factores que influyen en la percepción del color de un vehículo, por ejemplo el tipo de superficie: "La superficie tiene impacto, por eso es importante la preparación bien hecha. Elegir los primarios y los aparejos más adecuados, lijar y desengrasar bien, etc".

La colorimetría en el repintado del automóvil

De este modo, ¿qué es la colorimetría en el repintado del automóvil? Así define este concepto Carlos E. Martínez Peralta, del Service Center ECR/DES, del centro de producción y formación de BASF en Marchamalo (Guadalajara): "La colorimetría en el repintado del automóvil es el proceso mediante el cual se busca igualar el color original de la pintura del vehículo. Para ello, utilizamos un espectofotómetro para medir la tonalidad y la intensidad del color realizando posteriormente una mezcla de diferentes básicos de color y así obtener la fórmula exacta del color deseado".

Al respecto cabe destacar, como indican desde AkzoNobel, que la reproducción exacta del color es uno de los principales retos en la reparación de carrocerías, ya que la reparación parcial requiere de una gran precisión de color para realizar una reparación invisible. Por otro lado, desde la marca resaltan que las nuevas tendencias OEM en color requieren pigmentos especiales y procesos dedicados para lograr la tonalidad adecuada.

"Por este motivo existen diferentes técnicas de aplicación que con la ayuda de las nuevas herrramientas de color digital nos ayudan a lograr una reparación invisible dependiendo de cada caso", aseguran. Y señalan el pintado al corte (el repintado de la pieza completa) y el difuminado, un método de aplicación con el que logramos engañar a la vista haciendo de esa una reparación invisible incluso cuando el color no es exacto. 

La colorimetría, fundamental en la posventa y la reparación

Como se observa, la colorimetría resulta imprescindible en el ámbito de la posventa y la reparación, y específicamente en el ámbito que nos ocupa, el del repintado de vehículos. Porque es imposible repintar del mismo color exacto una parte específica del vehículo, o en su defecto el automóvil en su totalidad, sin la colorimetría. 

En este aspecto, lo primero es saber identificar el color en un vehículo, tal y como señala en este vídeo Pedro Moreno, pintor del centro tecnológico y de investigación CESVIMAP. Y lo cierto es que, para ello, hay varias opciones, como el citado espectrofotómetro, que es la opción más contemporánea y rápida. Si bien no es la única, ya que, entre otras, también existe la pegatina o placa del vehículo, que debería estar ubicada en alguna parte de la carrocería y muestra el código del color del coche. "Localizar esta pegatina o placa y su código será la primera opción para el pintor", explica Moreno.

En cuanto a la segunda opción de búsqueda, pasa por utilizar las cartas de color o sus variantes, como las pastillas, que pueden estar organizadas por marcas de automóviles o por cromaticidad, donde se muestran todos los colores formulados, como blancos o platas. "Son muestras de color pintadas a pistola que ofrecen una reproducción muy fiel del mismo", añade el pintor. 

Finalmente existe el ya citado en diversas ocasiones espectrofotómetro, la opción más rápida para conseguir el color hoy en día. "Para utilizarlo hay que llevar a cabo un pulido o limpieza de la zona de lectura y, a continuación, se realiza el número de peticiones necesarias, siempre cambiando la posición del mismo, para finalmente descargar la lectura en el ordenador y elegir la variante adecuada al color que se ha leído. "Una vez comprobada la fórmula con el mejor ajuste de color se procede a mezclar los básicos necesarios para obtener la misma", detalla Moreno.

Calibrar el espectrofotómetro, esencial

BASF, por su parte, define el espectrofotómetro como la herramienta que se utiliza para medir y analizar el color de la pintura. "Con este dispositivo, podemos determinar el color del automóvil a reparar. El espectrofotómetro mide la reflectancia de la luz en diferentes longitudes de onda, lo que permite obtener una lectura precisa del color. De este modo el cliente puede identificar con bastante precisión la mejor fórmula existente en nuestra base de datos que permita realizar una reparación óptima", explican. Y añaden que calibrar el espectrofotómetro es esencial para obtener resultados confiables y precisos en las mediciones.

"El espectrofotómetro mide la cantidad de luz absorbida o transmitida por una muestra, y la calibración asegura que los valores obtenidos sean confiables y se correspondan con los valores reales", concluyen.

¿Cómo se consigue el color para el repintado? 

Como se observa, el primer paso tiene que ver con dar con el color exacto. Un paso que no sirve de nada si no se consigue el color exacto para el repintado. De este modo, ¿cómo se consigue el color para el repintado? ¿Qué ingredientes se involucran en la mezcla? ¿Y qué hay de la elección de la variante en el software de color? 

Es de nuevo Carlos E. Martínez Peralta, del Service Center ECR/DES de BASF, quien resuelve nuestras dudas: "Después de esa evaluación el espectrofotómetro, el colorista nos dará una primera fórmula de mezclas que contendrá una resina transparente más una serie de básicos de color y se aplicará una placa de color con pistola aerográfica para obtener un primer ajuste. Este, posteriormente, se volverá a medir con espectrofotómetro y se evaluará visualmente, valorando si es necesario dar más ajustes para mejorarlo o, si por el contrario, el resultado es suficientemente bueno", cuenta.

Y añade que, una vez satisfechos con el resultado, la fórmula de mezclas se introduce en la base de datos global: "La fórmula de mezclas se introducirá en nuestra base de datos global, desde donde se publicarán para los diferentes softwares, webs que disponibles para nuestros clientes. Los colores pueden ir sufriendo variaciones en las plantas de primeros equipos y es por ello que nuestros laboratorios trabajan intensamente en la búsqueda y detección de todas esas posibles desviaciones de color para alimentar la base de datos del color con nuevas fórmulas y que en todo momento haya una solución fiable para repintar cualquier vehículo".

Así ha evolucionado la colorimetría en automoción

Según explican desde cromcAmpus by Roberlo, la evolución del diseño de vehículos ha tenido un impacto significativo en la colorimetría, el estudio de los colores y su medición, y un claro ejemplo de esta evolución se puede observar en los paragolpes de los automóviles. Y es que, en el pasado, estas piezas solían estar fabricadas principalmente de metal, según explica el campus virtual de la marca, proviniendo todo el color aplicado a estas piezas de la misma planta de fabricación. 

Pero, con el tiempo, todo lo anterior cambió ya que, a medida de que avanzaba el diseño de los vehículos comenzaron a utilizarse los paragolpes de plástico. Si bien al principio estos no solían estar pintados: "Con el tiempo, se comenzaron a pintar los paragolpes de plástico, de manera que coincidieran con el color de la carrocería del vehículo. Esta tendencia marcó un hito en la evolución de la colorimetría, ya que implicaba la aplicación de colores precisos y coherentes en diferentes materiales desde diversos proveedores", señalan desde cromcAmpus.

De este modo, la conclusión final de Roberlo es clara: la evolución del diseño de vehículos ha influido en la colorimetría tanto como la colorimetria ha influido en las formas del automóvil, y los paragolpes son un ejemplo claro. Y, por último, pero no por ello menos importante, la citada evolución ha llevado a la necesidad de contar con herramientas de color más precisas.

La importancia de las herramientas de control y el factor humano

En este sentido y dado que cada vez más la fabricación de los componentes se externalizaba, surgió la necesidad de contar con herramientas de control de color más precisas. "Estas permitían asegurar la consistencia del color en las diferentes piezas pintadas fuera de las instalaciones donde se fabricaba el color de la carrocería haciéndolas indistinguibles para el ojo humano. Las herramientas de control de color se convirtieron en un elemento crucial para garantizar la homogeneidad visual del vehículo. Todas las partes plásticas deben cumplir con las tendencias de la carrocería", detallan desde Roberlo.

Unas herramientas de control que han mejorado con los años, permitiendo así diseños y colores más arriesgados: "Sin duda la mejora en los aparatos de medida ha propiciado diseños y colores mas arriesgados, así como esta tendencia ha garantizado por su parte la mejora de los métodos de medida y control. Una retroalimentación que ayuda a entender el panorama actual".

Asimismo, tal y como indican desde BASF, para un pintor es fundamental contar con una buena luz que le permita evaluar el progreso de su aplicación y poder anticiparse a algún problema. Por ello, surgen las pistolas de luz. "Estas lámparas manuales portátiles permiten llevar una luz de calidad a cualquier lugar del taller y evaluar si hay ráfagas, fallos de cubrición o cualquier otro defecto, o simplemente evaluar la elección del color antes de la reparación. Esto ayuda dado que no siempre las cabinas de aplicación cuentan con una luz correcta", aseguran.

Y finalmente, si bien existen varios proyectos de robots “reparadores”, todavía se precisa de una evaluación humana de los daños y de una adaptación del sistema de pintado en función del daño en el vehículo. "Esta capacidad de adaptación a día de hoy es incompleta en un robot, y por ello, tiene tanto valor la aportación artesanal del pintor, porque es quien, en base a su experiencia y a su dedicación, consigue realizar la aplicación adaptada en cada momento al resultado que va obteniendo".

Con respecto a esa aportación artesanal del pintor, desde BASF hacen hincapié en la escasez de profesionales de este ámbito. "Precisamente no son muchos y cada vez más cotizados", cuenta Martínez Peralta. Esto hace que se genere comunidad en torno a la misma, existiendo en la actualidad la tendencia a reunirse mediante foros en la red y en clubs, "porque se convierten en auténticos maestros que aprenden de las experiencias entre ellos", concluye el profesional del Service Center ECR/DES, del centro de producción y formación de BASF en Marchamalo (Guadalajara).

La amplia gama de tonos y colores, un desafío para el refinish

Según explica Carlos E. Martínez Peralta, del Service Center ECR/DES de BASF, los colores para los primeros equipos se formulan con una gama de pigmentos y partículas de efecto muy amplia, ya que cualquier color que se formule para cualquier marca de automóviles se fabrica en una planta de producción. 

Y, por el contrario, a la hora de repintar, se cuenta con un número limitado de básicos en una máquina de mezclas. "Principalmente por espacio y cuestiones logísticas, no se puede crear un básico por cada pigmento que existe en el mercado", detalla. 

De esta forma, el desafío principal lo tiene el laboratorio de color de Refinish que tiene que ajustar cualquier color con los productos existentes en la máquina de mezclas. "En ocasiones cuando las marcas utilizan pigmentos o partículas de efecto muy especiales, es nuestro laboratorio central quien investiga y saca al mercado nuevos básicos que solucionen la posible falta de ajuste puntual que pudiera haber en algún color. Todo este trabajo está pensado y diseñado para que la amplia gama de colores que existe en el mercado no suponga desafío alguno a nuestros clientes y estos puedan siempre localizar la fórmula más ajustada".

Contar con los productos y herramientas adecuados, fundamental

Finalmente, desde BASF resaltan la importancia de contar con los productos y herramientas adecuados para conseguir un acabado final impecable: "Ciertamente contar las herramientas adecuadas y los productos de calidad premium son fundamentales para lograr que el cliente obtenga un resultado óptimo", explican.

Y en este sentido, explican que todo este conjunto sumado al conocimiento en colorimetría de sus coloristas hace que nuestra base de datos de color se encuentre siempre nutrida de las fórmulas de mezclas más eficientes para alcanzar la excelencia en el acabado de una reparación.